Corazón Borrado o Boy Erased trata uno de los temas que se había tardado en aparecer en los cines pese a que sigue siendo de los más común en muchos lugares: las terapias de “conversión homosexual”. Basada en el libro autobiográfico con el mismo nombre de Garrard Conley en el que narra sucesos reales y que fue dirigida y actuada por Joel Edgerton es una película que intenta concientizar sobre diferentes rubros, que van desde el entendimiento de que la homosexualidad no es una enfermedad, los miedos al rechazo, “al que dirán” y hasta las intervenciones teológicas hechas por personas sin conocimientos de nada.

El director logro construir un guion que a través de flashbacks narra la manera en la que el mundo de Jared Eamons empieza a nublarse y cambiar gracias al miedo e incertidumbre sobre su orientación sexual y como al mismo tiempo se adentra en las terapias de conversión a las que es enviado. Para ello recurrió al cinefotógrafo y a los compositores de su ópera prima para darle a Boy Erased una fotografía intimista a cargo de Eduard Grau y un score sutil y delicado compuesto por Danny Bensi y Saunder Jurriaans que saben exaltar las emociones.
La película se toma su tiempo para plantear la situación y tarda en enganchar, aunque cuando lo logra fluye, pero pasando por ciertos baches. El planteamiento del drama logra hacer que se empatice con los personajes, tanto de un lado como del otro, dependiendo de las convicciones de cada persona, y advierte a su vez, acerca de estos programas que tan de moda están hoy en día, subsidiados por alguna religión y aprovecharse de la debilidad de la gente mientras que, al mismo tiempo, hacen proselitismo.
Corazón Borrado cuenta la historia de Jared, el hijo de un pastor bautista en una pequeña ciudad norteamericana, quien le cuenta a sus padres que es gay. Jared es obligado a asistir a una terapia de conversión, de lo contrario será rechazado por su familia, amigos y fe. Cuenta la verdadera historia de la lucha de un joven por encontrarse a sí mismo mientras se ve obligado a cuestionar cada aspecto de su identidad.

Cada uno de los personajes aquí presentados tiene una forma de pensar y actuar como la de muchas personas en la actualidad, desde quienes optan por vivir escondiendo su verdadera personalidad hasta los homofóbicos más agresivos, pasando por los que han luchado para disfrutar su vida con libertad o por los que tratan de hacer a un lado sus creencias religiosas para respetar y entender a los demás.
Pese a que a lo largo de la película se habla mucho de Dios, los pecados y lo que dicta la Biblia respecto a como vivir, disfrutar y explorar nuestra propia vida, hay momentos en los que se toman estos ideales para dar un mensaje diferente, ya que nos hace entender que nadie, nunca, nos debe forzar a vivir la vida que no deseamos ni queremos vivir, nos hace entender que cada uno es libre de elegir lo que realmente quiere hacer sin dejar que le impongan algo.
Corazón Borrado es una emotiva y emocional respuesta a la actual y perjudicial tendencia de las terapias de conversión promovidas por ciertas organizaciones religiosas. Se trata de un retrato íntegro e inteligente, impecablemente bien actuado que permite reflexionar en muchos sentidos sobre los temas que se presentan.